Bartleby, el escribiento es un cuento escrito por el
norteamericano Herman Melville en el siglo XIX.
Fue publicado por primera vez de manera anónima y en dos
partes. En los números de noviembre y diciembre de 1853 en la revista Putnan’s Maganize.
El relato tuvo escaso éxito entre críticos y lectores. Pese
a esto, su importancia y reconocimiento no han parado desde entonces.
Cuenta la historia de Bartleby, contratado por un abogado
quien tiene una oficina en Wall Street, para que copiara documentos. Junto a él
trabajan Turkey y Nippers, dos ingleses que cambian de humor dependiendo del
horario. Por la mañana Nippers y por las tardes Turkey.
También trabaja, con tan solo doce años, Ginger Nunt, este
se encarga de hacer todos los mandados por un dólar a la semana.
Bartleby, quien se muestra como un empleado ejemplar solo se
limita a hacer su trabajo de copista mas no a otra labor. Siempre que el abogado
le pide que hago otra cosa este responde con una frase en particular:
“Preferiría no hacerlo”.
El abogado de nombre desconocido y que a su vez es el
narrador, opta por despedirlo. Pero a pesar de esto, Bartleby se niega a
abandonar la oficina.
Incapaz de echarlo a la fuerza decide mudarse de oficina y
dejar solo a Bartleby. Los nuevos inquilinos molestos con su presencia van a
darle quejas a la nueva oficina del abogado.
Finalmente, Bartleby es encarcelado por vagabundo en un centro
penitenciario de Manhattan. Y opta por morirse de hambre.
El relato tiene un final abierto dejando mucho a la
imaginación.
“Creo que no hay necesidad de proseguir esta historia. La imaginación puede suplir fácilmente el pobre relato del entierro de Bartleby. Pero antes de despedirme del lector, quiero advertirle que si esta narración ha logrado interesarle lo bastante para despertar su curiosidad sobre quién era Bartleby, y qué vida llevaba antes de que el narrador trabara conocimiento con él, sólo puedo decirle que comparto esa curiosidad, pero que no puedo satisfacerla.”
¿Quién es Bartleby? ¿Quién es este hombre solo se limitaba a
copiar documentos? Que no tomaba cerveza, ni té ni café, que nunca se le vio
leer un periódico y que pasaba largos ratos mirando un muro frente a la
ventana.
Hay muchas maneras de interpretar a este personaje sin
biografía, desde un pobre vagabundo hasta una alusión al mismo Jesús Cristo.
En primera instancia, cuando el narrador encuentra a
Bartleby en la oficina un domingo y posteriormente revisa su escritorio, me
daba la impresión que se trataba de un vagabundo, o de una persona analfabeta
que solo había aprendido la humilde labor de copiar textos tal cual, sin saber qué
es lo que decía en ellos, motivo por el cual prefería nunca verificar los
documentos junto al resto. Pero… Nunca hablaba de él, nunca socializaba, no
salía del escritorio detrás de su biombo. No comía ni bebía nada.
¿Un robot? Una idea algo ilógica para un texto de la época,
sobre todo porque no parecía un texto de ficción.
Llegué a la conclusión
que el personaje tendría un trastorno psicológico caracterizado por en la intensa concentración de sí mismo, y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior. O sea, autismo.
No tenía a donde ir, y el abogado de Wall Street, era
incapaz de despedirlo, pero cuando por fin lo hizo, este no se movió de la
oficina. Es ahí donde lo relacioné con el mismo Jesús Cristo. De pronto se me
vino a la mente el relato bíblico: “El juicio de las naciones” – Mateo 25 y las
obras de misericordia.
Son muchas las alusiones que le podemos dar Bartleby, nunca
se supo nada de él, siempre prefirió no hacerlo, pero lo cierto es, y dicho por
el propio autor:
“Bartleby había sido un empleado subalterno en la Oficina de Cartas Muertas de Washington, del que fue bruscamente despedido por un cambio en la administración.”
Lo cual no ayuda mucho a la comprensión del personaje. De
alguna forma Herman Melville quiso que imagináramos la vida de este hombre. Tal
vez ese haya sido uno de los propósitos de la lectura.
A mí me gustó esta breve tragedia, y no me hubiera
interesado tanto de no haber sido por el final abierto que tiene.
Me gustaría saber que piensan ustedes sobre la biografía de
Bartleby.
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